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El modo de conseguir más potencia con la misma cantidad de gasolina y, por tanto, de reducir el consumo sin cambiar la forma de conducir es conocido. En el cilindro de un motor, al encenderse la bujía de ignición se produce una explosión que mueve el pistón. Esta explosión es un proceso de combustión que, además de gasolina, necesita oxígeno. Cuanto más oxígeno haya en el cilindro en el momento de la explosión, más completamente se quemará la gasolina. Y, cuanto más completamente se queme la gasolina, más potencia se liberará y menos residuos (sustancias nocivas) saldrán por el tubo de escape.
Sin embargo, ahora ya no sólo es posible hacer entrar oxígeno en el cilindro de forma material, mediante un turbocargador, sino también mediante materia sutil. Para ello, el depósito y el motor se ondulan con la información "oxígeno" y se les proporciona una afirmación pertinente (véase la página siguiente).
Demostrable también en el banco de ensayos
La combustión más completa mediante la ondulación con QUANTEC ya la había demostrado hace años el señor Hans Ernst, un biólogo de la construcción de Hof. No sólo había conseguido un menor consumo de su Renault Espace diesel, sino además un valor muy inferior de partículas de humo, que pudo documentarse también en un banco de ensayos.
¿Cómo funciona este en la práctica?
