De la consulta veterinaria ecuestre de la campeona nacional austriaca Elfi Köttner
Pero es justamente en la búsqueda de las causas en la que los propietarios de caballos, terapeutas y veterinarios topan con sus límites a pesar de disponer de procedimientos de diagnóstico muy sofisticados. La biocomunicación instrumental ofrece en este caso una posibilidad de recibir importante información acerca del paciente. Con ayuda de los sistemas modernos no sólo pueden reforzarse los diagnósticos realizados sino que a menudo se pueden encontrar las relaciones causales. A menudo, estos datos son confirmados por los propietarios de los animales. Puesto que algunos eventos del pasado pasaron desapercibidos o ni siquiera eran conocidos por los propietarios de caballos, no se pudieron considerar en la anamnesis. En algunos casos el análisis ofrece nuevos puntos de partida que no fueron reconocidos por los diagnósticos tradicionales. Elfrieda Köttner se dio cuenta de ello cuando intentó buscar las causas de la parálisis que repetitivamente afectaba a su yegua Zedes.
Elfrieda Köttner dirige conjuntamente con Rudi Blamauer la estación de cría de caballos Noriker en Stössing, Baja Austria. Allí, es responsable de la formación ecuestre de los Noriker criados en parte por ella misma. Su pasión es la equitación western y con sus pesados Noriker, Elfrieda Köttner ha pasado de ser una desconocida a figurar entre los grandes de las listas de clasificación. Los principales éxitos los ha conseguido con la yegua Noriker Zedes: ha obtenido muchas victorias y buenas clasificaciones en la pesada clase reining e incluso la victoria nacional en Austria.
Cuando Zedes comenzó a cojear y los veterinarios no encontraron ninguna causa aparente, Elfi Köttner, que estudió medicina, buscó alternativas. Una de las alumnas de su escuela le habló de la biocomunicación instrumental. Un análisis efectuado dio la pista decisiva: una fisura en la rótula era la causa aparente de las limitaciones de movimiento de la yegua. Elfi Köttner reconoció la relación que había entre un golpe que había sufrido Zedes en un prado cuando tenía 2 años. En su día, aquella herida fue examinada pero la fisura no fue detectada. Asimismo, el análisis indicó una falta de vitamina B de la yegua, un parásito cerebral y una infección de herpes latente.
Otro ejemplo paradigmático de la
cuadra Köttner es Franka, que preocupaba a su propietaria a causa de su
cansancio y falta de vitalidad. Durante la segunda dentición, esta
joven yegua se lesionó la lengua.
El análisis con QUANTEC® no sólo relacionó esta lesión con los problemas existentes sino que ofreció datos sobre el inicio de un cáncer de intestino, que era el causante del mal estado general. Asimismo, seleccionando y preguntando las bases de datos pudo comprobarse que la silla con la que se montaba a Franka era inadecuada y que la 4ª y 5ª vértebra se habían movido hacia la derecha. Un diagnóstico que fue confirmado por el osteópata, quien pudo corregir el problema. Mediante la ondulación con QUANTEC® se curó la herida de la lengua y durante los controles posteriores había desaparecido el tema cancerígeno. El caballo estaba cada vez más fresco y volvía a disfrutar del trabajo.
"La concordancia de los diagnósticos me ha impresionado mucho", explica Elfi Köttner, pero quedó un cierto escepticismo en vistas del procedimiento que se había empleado. "Por ello, el hecho de hacer analizar los pelos de la cola de Bruni también fue una prueba personal para convencerme de la fiabilidad de QUANTEC®. Quería saber si el sistema realmente era capaz de reconocer eventos lejanos o enfermedades, lo que en vistas de la terapia de nuestros caballos es una ventaja fenomenal."
Bruni tenía cuatro años, se le consideraba perturbado, difícil en el trato y tenía problemas psíquicos sólidos cuando Elfi Köttner salvó al caballo del matadero. Con paciencia y conocimientos ecuestres pudo ganarse lentamente la confianza del caballo. Pero con cinco años el Noriker tuvo un grave percance cuando en un accidente cayó en un pozo de 12 metros, donde permaneció varias horas hasta que pudo ser rescatado espectacularmente por una grúa que lo sacó del agujero del pozo. Asombrosamente, en este accidente el caballo no sufrió lesiones físicas. Sin embargo, después de dos años el caballo parecía no estar completamente curado, padecía falta de apetito, no presentaba un desarrollo corporal óptimo, hacía fallos de ritmo al cabalgar y llamaba la atención debido a súbitos exabruptos temperamentales.
Elfi Köttner analizó los pelos de la cola de Brunis con QUANTEC® y obtuvo un amplio resultado: las bases de datos consultadas respecto de la homeopatía, flores de Bach, osteopatía, sales de Schüssler y medicina ortomolecular ofrecieron los datos siguientes en el "Healing Sheet" dos años después del accidente:
Estos datos sobre los trastornos físicos y psíquicos están estrechamente relacionados con el traumático suceso de la caída. Los desplazamientos en la columna vertebral lumbar fueron consecuencia directa del accidente, en el que el caballo había caído al pozo con las patas traseras por delante. La acumulación de agua en el oído interno pueden ser consecuencia de la fuerza que realizó el caballo para salir del estrecho agujero.
Durante el análisis, QUANTEC® determina los medios curativos con el que se puede tratar causalmente el problema de base. Entre estos medios está la homeopatía, nosodes, flores de Bach y minerales. En base a los remedios encontrados el terapeuta puede sacar conclusiones respecto de un diagnóstico. En el caso de Bruni, las flores de Bach Cherry Plum y Holly indicaron el estado de ánimo tenso del caballo. Los caballos que requieren Cherry Plum están sometidos según la terapia de las flores de Bach a grandes tensiones internas. Se les puede guiar y montar pero les falta tranquilidad y calma. El motivo suelen ser las malas experiencias que ha hecho el caballo en el pasado. El medio homeopático Sanukehl Salm, que se emplea para sanear el intestino, informó de los problemas intestinales causados por gusanos.
QUANTEC® no
sólo determina los remedios necesarios, sino también los períodos y
horarios de emisión de las ondulaciones necesarias. La transmisión de
estas ondas curativas a los pacientes se realiza como el análisis del
Surrogate mediante el diodo con el ruido blanco, el núcleo del aparato
(véase Comed 08/2006).
El tratamiento de Bruni consistió en dos ondulaciones durante dos meses con QUANTEC®, gracias a lo que se solucionaron los problemas de la columna vertebral sin la necesidad de un tratamiento osteopático adicional, según Elfi Köttner. Complementariamente, Bruni recibió Sanukehl Salm en forma de gotas para curar el intestino; complementos alimenticios cuidadosamente seleccionados compensaron los déficits de vitaminas y minerales. Este tratamiento tan amplio ha ayudado a Bruni a recuperar su buen estado general y, además, el caballo ha ganado tranquilidad y calma, de forma que se ha convertido en un compañero fiable para su amazona.
Conclusión
Independientemente del estado de la ciencia actual, ejemplos prácticos y resultados empíricos ofrecen a los terapeutas una base para evaluar las posibilidades y los límites de la biocomunicación instrumental en la práctica veterinaria.
Por tanto, QUANTEC® ofrece condiciones óptimas gracias a las variadas posibilidades de diseño de las bases de datos, cuya finalidad es la obtención de una terapia global.
Sabine Heüveldop
Publikation & Gestaltung
Mühlenbrok 11
48249 Dülmen
Tel. 0 25 94/8 46 34
Fax: 0 25 94/78 79 60
www.sabine-heueveldop.de
info@sabine-heueveldop.de
Por Sabine Heüveldop
En la medicina veterinaria también ha ido creciendo el entendimiento de
que la disminución de rendimiento, las enfermedades serias y los
síntomas relacionados a menudo son el final de una larga cadena de
trastornos. En consecuencia, no tiene mucho sentido tratar
exclusivamente los síntomas al final de esta cadena. Especialmente en
la práctica ecuestre se persiguen cada vez más terapias globales cuyo
fundamento son el conocimiento de que la curación sólo puede realizarse
allí donde radican las causas del trastorno. |
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Los éxitos positivos de tratamiento han convencido a Elfi Köttner.
Entretanto se ha convertido en una usuaria de QUANTEC®. (Fotografías:
Sabine Heüveldop)
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Pero es justamente en la búsqueda de las causas en la que los propietarios de caballos, terapeutas y veterinarios topan con sus límites a pesar de disponer de procedimientos de diagnóstico muy sofisticados. La biocomunicación instrumental ofrece en este caso una posibilidad de recibir importante información acerca del paciente. Con ayuda de los sistemas modernos no sólo pueden reforzarse los diagnósticos realizados sino que a menudo se pueden encontrar las relaciones causales. A menudo, estos datos son confirmados por los propietarios de los animales. Puesto que algunos eventos del pasado pasaron desapercibidos o ni siquiera eran conocidos por los propietarios de caballos, no se pudieron considerar en la anamnesis. En algunos casos el análisis ofrece nuevos puntos de partida que no fueron reconocidos por los diagnósticos tradicionales. Elfrieda Köttner se dio cuenta de ello cuando intentó buscar las causas de la parálisis que repetitivamente afectaba a su yegua Zedes.
Elfrieda Köttner dirige conjuntamente con Rudi Blamauer la estación de cría de caballos Noriker en Stössing, Baja Austria. Allí, es responsable de la formación ecuestre de los Noriker criados en parte por ella misma. Su pasión es la equitación western y con sus pesados Noriker, Elfrieda Köttner ha pasado de ser una desconocida a figurar entre los grandes de las listas de clasificación. Los principales éxitos los ha conseguido con la yegua Noriker Zedes: ha obtenido muchas victorias y buenas clasificaciones en la pesada clase reining e incluso la victoria nacional en Austria.
Cuando Zedes comenzó a cojear y los veterinarios no encontraron ninguna causa aparente, Elfi Köttner, que estudió medicina, buscó alternativas. Una de las alumnas de su escuela le habló de la biocomunicación instrumental. Un análisis efectuado dio la pista decisiva: una fisura en la rótula era la causa aparente de las limitaciones de movimiento de la yegua. Elfi Köttner reconoció la relación que había entre un golpe que había sufrido Zedes en un prado cuando tenía 2 años. En su día, aquella herida fue examinada pero la fisura no fue detectada. Asimismo, el análisis indicó una falta de vitamina B de la yegua, un parásito cerebral y una infección de herpes latente.
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| Bien curado: una cicatriz en la parte inferior de la lengua es lo que queda del corte que se hizo Franka. (Fotografías: Sabine Heüveldop) |
El análisis con QUANTEC® no sólo relacionó esta lesión con los problemas existentes sino que ofreció datos sobre el inicio de un cáncer de intestino, que era el causante del mal estado general. Asimismo, seleccionando y preguntando las bases de datos pudo comprobarse que la silla con la que se montaba a Franka era inadecuada y que la 4ª y 5ª vértebra se habían movido hacia la derecha. Un diagnóstico que fue confirmado por el osteópata, quien pudo corregir el problema. Mediante la ondulación con QUANTEC® se curó la herida de la lengua y durante los controles posteriores había desaparecido el tema cancerígeno. El caballo estaba cada vez más fresco y volvía a disfrutar del trabajo.
"La concordancia de los diagnósticos me ha impresionado mucho", explica Elfi Köttner, pero quedó un cierto escepticismo en vistas del procedimiento que se había empleado. "Por ello, el hecho de hacer analizar los pelos de la cola de Bruni también fue una prueba personal para convencerme de la fiabilidad de QUANTEC®. Quería saber si el sistema realmente era capaz de reconocer eventos lejanos o enfermedades, lo que en vistas de la terapia de nuestros caballos es una ventaja fenomenal."
Bruni tenía cuatro años, se le consideraba perturbado, difícil en el trato y tenía problemas psíquicos sólidos cuando Elfi Köttner salvó al caballo del matadero. Con paciencia y conocimientos ecuestres pudo ganarse lentamente la confianza del caballo. Pero con cinco años el Noriker tuvo un grave percance cuando en un accidente cayó en un pozo de 12 metros, donde permaneció varias horas hasta que pudo ser rescatado espectacularmente por una grúa que lo sacó del agujero del pozo. Asombrosamente, en este accidente el caballo no sufrió lesiones físicas. Sin embargo, después de dos años el caballo parecía no estar completamente curado, padecía falta de apetito, no presentaba un desarrollo corporal óptimo, hacía fallos de ritmo al cabalgar y llamaba la atención debido a súbitos exabruptos temperamentales.
Elfi Köttner analizó los pelos de la cola de Brunis con QUANTEC® y obtuvo un amplio resultado: las bases de datos consultadas respecto de la homeopatía, flores de Bach, osteopatía, sales de Schüssler y medicina ortomolecular ofrecieron los datos siguientes en el "Healing Sheet" dos años después del accidente:
torceduras en la columna vertebral lumbar
inflamaciones bucales
acumulación de agua en el oído interno
gusanos
falta de minerales y vitaminas y en el ámbito psíquico
angustia de muerte
odio y rabia
inflamaciones bucales
acumulación de agua en el oído interno
gusanos
falta de minerales y vitaminas y en el ámbito psíquico
angustia de muerte
odio y rabia
Estos datos sobre los trastornos físicos y psíquicos están estrechamente relacionados con el traumático suceso de la caída. Los desplazamientos en la columna vertebral lumbar fueron consecuencia directa del accidente, en el que el caballo había caído al pozo con las patas traseras por delante. La acumulación de agua en el oído interno pueden ser consecuencia de la fuerza que realizó el caballo para salir del estrecho agujero.
Durante el análisis, QUANTEC® determina los medios curativos con el que se puede tratar causalmente el problema de base. Entre estos medios está la homeopatía, nosodes, flores de Bach y minerales. En base a los remedios encontrados el terapeuta puede sacar conclusiones respecto de un diagnóstico. En el caso de Bruni, las flores de Bach Cherry Plum y Holly indicaron el estado de ánimo tenso del caballo. Los caballos que requieren Cherry Plum están sometidos según la terapia de las flores de Bach a grandes tensiones internas. Se les puede guiar y montar pero les falta tranquilidad y calma. El motivo suelen ser las malas experiencias que ha hecho el caballo en el pasado. El medio homeopático Sanukehl Salm, que se emplea para sanear el intestino, informó de los problemas intestinales causados por gusanos.
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| Vuelve a tener ganas de trabajar: Elfi Köttner con su yegua Noriker Franka, que se presenta en un estado de salud excelente. (Fotografías: Sabine Heüveldop) |
El tratamiento de Bruni consistió en dos ondulaciones durante dos meses con QUANTEC®, gracias a lo que se solucionaron los problemas de la columna vertebral sin la necesidad de un tratamiento osteopático adicional, según Elfi Köttner. Complementariamente, Bruni recibió Sanukehl Salm en forma de gotas para curar el intestino; complementos alimenticios cuidadosamente seleccionados compensaron los déficits de vitaminas y minerales. Este tratamiento tan amplio ha ayudado a Bruni a recuperar su buen estado general y, además, el caballo ha ganado tranquilidad y calma, de forma que se ha convertido en un compañero fiable para su amazona.
Conclusión
Independientemente del estado de la ciencia actual, ejemplos prácticos y resultados empíricos ofrecen a los terapeutas una base para evaluar las posibilidades y los límites de la biocomunicación instrumental en la práctica veterinaria.
Por tanto, QUANTEC® ofrece condiciones óptimas gracias a las variadas posibilidades de diseño de las bases de datos, cuya finalidad es la obtención de una terapia global.
Sabine Heüveldop
Publikation & Gestaltung
Mühlenbrok 11
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